LECTORES SIN REMEDIO

Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.

lunes, 3 de noviembre de 2025

DE LA FERIA DE LIBRO DE JEREZ AL PLANETA

Cuando hace algunas semanas me abría paso en los Claustros de Santo Domingo entre la marea humana que recorría los stands allí instalados por librerías y editoriales con motivo de la Feria del Libro de Jerez, tenía en la cabeza la muy reciente lectura de ‘Personaje Secundario’ (Trama, 2025), las sugestivas memorias de Enrique Murillo, el editor (también escritor y traductor) que durante décadas ha sido referente en este país. Pues bien, esas memorias que repasan medio siglo del universo editorial español, hubiera sido muy recomendable dárselas a leer a todos aquellos y aquellas que ante el paisaje de cientos de personas ojeando libros u ocupando su lugar en los atestados salones habilitados para asistir a la presentación de lo último de tal o cual afamado escritor o escritora, suspiraban emocionados por lo que interpretaban como una prueba del triunfo de la lectura y la literatura. ¿Pero ello es así? Evidentemente no. Las ferias del libro tienen una sola razón de ser: el comercio y venta de libros, por lo que contribuir a ello consiguiendo la asistencia de escritores afamados (aunque no sean los exponentes de la mejor literatura), me parece legítimo. Sin embargo, más allá del indudable éxito popular de la mencionada Feria y el haber logrado su principal objetivo que no es otro que, y dejémonos de sutilezas, la venta de libros, hay que decir que una cosa es llenar un espacio ferial gracias al atractivo de figuras reconocibles y otra que a toda esa marea humana que en determinados momentos se congregó en los Claustros (muchos solo curiosos y paseantes sin más pretensiones), tengan la lectura como algo importante en sus vidas. Mientras escribía estas líneas saltaba la polémica tras la concesión del último premio Planeta, un Premio que arrastra una reciente historia llena de despropósitos y que nos hace pensar a muchos que este galardón a día de hoy puede ser   calificado de todo menos de literario. Pues bien , y volviendo a ese ‘Personaje secundario’ de Enrique Murillo, sus páginas autobiográficas y que nos sumergen en la parte poco visible del mundo editorial de este país, nos llevan a comprender un poco mejor el  oscuro mundo de los premios literarios, o cómo hemos llegado a una situación donde hay pocos lectores y muchos escritores (entre los que abundan rostros famosos, muchos sin el necesario bagaje lector) y gran parte de las novedades literarias no han pasado un mínimo filtro de calidad, colapsando los canales de distribución y en última instancia a las librerías tradicionales. Leyendo a Murillo entenderemos mejor por qué Juan del Val, el último premio Planeta, sin duda será una magnifica carnaza para atraer público en cualquier Feria del Libro venidera, pero también que su premio Planeta es una pésima noticia para la literatura.   Ramón Clavijo Provencio 

¿LECTORICIDIO?

En la mañana del 12 de noviembre de 1912 José Canalejas y Méndez, a la sazón presidente del gobierno de España, era asesinado por el anarquista Manuel Pardiñas Serrano cuando aquel miraba el escaparate de la desaparecida librería San Martín en la madrileña Puerta del Sol. Lo que demuestra bien a las claras que el ejercicio de lector puede llegar a ser una actividad de alto riesgo. Bien conocida es la foto de la recreación del magnicidio. Pero en ella no se aprecia con claridad (al menos la reproducción que he consultado), las novedades literarias que se exhibían en el escaparate. En cualquier caso, al ser una recreación tampoco serían fieles a las que atrajeron la curiosidad de Canalejas. Quizá fuera la última novela de Eduardo Zamacois ‘Las memorias de una cortesana’, de sugerente título, o el no menos atractivo ‘El deseo’ del periodista Alberto Insúa, o incluso ‘La sed de amar’ del por aquel entonces afamado escritor de novelas eróticas Felipe Trigo. Novelas que sin duda, por sus títulos, bien le servirían al presidente para olvidarse de los problemas del país y de sus eternos conflictos políticos, de los que hoy somos herederos por méritos propios. No estuvieron atentos ni editores ni libreros, en especial el de la San Martín, para publicitar las obras expuestas en el escaparate, aún no sabían manejar con destreza los resortes de una buena campaña publicitaria que aumentara las ventas. Porque el morbo del ser humano es insaciable y seguro que se elevarían las ventas de aquella novela cuyo título fue lo último que leyó Canalejas. Quiero pensar que Pardiñas mató a Canalejas por sus irreconciliables ideologías políticas, no por sus gustos literarios. ¡Hasta ahí podríamos llegar! José López Romero.