Después de una sesión de degustación de lo que ahora
se ha dado en llamar maridaje, aquel grupo de cursis y noveleros decidió en el
fragor de las copas hacerse pueblo por unas horas y desplazarse a un tabanco
cercano a seguir su “vía crucis en honor a Baco”, como gustaba decir a uno de
ellos que, aunque católico practicante, se permitía estas licencias
irreverentes. Y después de que el dueño del local les pusiera por delante la
botella de mosto y los vasos correspondientes, poco menos que les lanzó un
platillo de altramuces y con socarronería les dijo: “es el maridaje
tradicional; tenemos la variante de las almendras, pero no están de temporada”.
Yo que me crié entre guisos, en los que predominaba la patata acompañada de lo
que había sobrado de un día para otro, y entre legumbres, con la permanente
amenaza de que lo que no me comía hoy, lo tenía mañana, no llego a entender
estas novedades gastronómicas de maridajes y libros en los restaurantes,
iniciativa de la que se hacía eco mi compañero y amigo Ramón en esta misma
página la pasada semana. Aunque, ¡claro!, mientras lean los niños y dejen en
paz a los padres, cualquier invento se agradece. No sé quién dijo que no
soportaba a un fumador a su mesa, pero prefería cuatro fumadores a un solo
niño. Pero no se crean que me cierro en banda a novedades, todo lo contrario.
Ya me imagino una degustación de almejas con un buen fragmento de un texto de la Sonrisa Vertical ; o una
excelente copa de amontillado leyendo los brillantes alejandrinos de Rubén
Darío; por no decir de un buen oloroso con una tragedia de Calderón o la
exquisita prosa de Juan Valera. “Luces de bohemia” solo se puede leer con una
generosa copa de aguardiente. “SuperLópez -mi mujer, que sigue con la guasa-
¿qué vino le echo al guiso de arroz con gambas?”. “Si lo has hecho tú, aquí van
unas páginas del “Código Da Vinci” y un artículo de Lucía Echeverría”. La
bromita me va a costar cara. Lo sé. José López Romero.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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