Se tira a la basura sin pudor de todo, incluso
libros. Esa norma no escrita que afeaba a todo aquel que se desprendía de
libros tirándolos a la basura, en vez de regalarlos, ahora parece algo
trasnochado e incluso a la sombra de los e-reader y e-books, muchos han
aprovechado para despejar las librerías familiares que tantos años costó
llenar. La destrucción de libros siempre se consideró algo difícil de soportar
e incluso la historia señala
algunos de estos sucesos como algo
infame. Alejandría, Granada, Nuremberg, Sarajevo, entre otros lugares han sido
escenario de esta particular historia de la infamia sobre el libro. Sin embargo,
mientras que aquellos sucesos no pueden ser comprendidos sin las circunstancias
que los rodearon –guerras, persecuciones religiosas, racismo- ahora detectamos una peligrosa actitud que se
va propagando imperceptiblemente, en torno al libro en soporte papel, y que se
quiere extrapolar a la misma lectura. En este caso no es algo que emane de
algún poder superior que trata de borrar todo atisbo de libre pensamiento –como tan certeramente se
plasmaba en el ‘Fahrenheit 451’ de Bradbury – sino algo
más sutil que trata arrinconar un soporte, en este caso el papel, a favor de
las bondades de las nuevas tecnologías
sin reparar en todo lo que este tsunami cultural se está llevando, y aún se puede llevar por delante. Y para colmo ya
hay voceros de cierto nombre que jalean esta deriva. Me sorprendió escuchar en
un programa radiofónico de una cadena nacional, cómo algunos participantes -figuras
de cierto prestigio en la cultura de este país- daban por descontado que la
lectura había perdido la batalla frente a la imagen, y de ahí se deducía que no solo la desaparición del libro en
papel era cuestión de tiempo, sino que incluso
la lectura se vería tras esa desaparición seriamente dañada. Hablar de
la desaparición del papel es una cosa, pero afirmar que la lectura tal como la
conocemos hoy se verá transformada ¿no es hacer planear sobre nuestras cabezas
los temores de Bradbury? Ramón
Clavijo Provencio
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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