Las bibliotecas públicas son una
fuente inagotable de sorpresas. Si es una fundada en 1873, las probabilidades
aumentan. Y si el bibliófilo José Soto Molina ha sido generoso benefactor, las
sorpresas agradables son casi diarias. Es lo que le ocurre a la Central de
Jerez. Nos preguntamos cómo llegaría a manos de don José Soto un cuaderno “de campo” plagado de dibujos y bocetos de
indudable calidad, y donde las únicas pistas para identificar al autor eran una
firma (I. Diaz) y una dedicatoria (“Mis
apuntes a mi discípula P. Manso”). Una página de Internet (¡bendito
Internet!) nos aclaró que había un pintor llamado Ignacio Díaz Olano (Vitoria,
1860-1937): la firma de sus cuadros era idéntica a la de nuestro cuaderno. Dado
que la mayoría de su producción se encontraba en el Museo de Bellas Artes de Álava,
mandamos un fichero gráfico: nos confirmaron el nombre de Olano, nos informaron
de que el cuaderno pertenecería (por la firma) a su primera etapa y se
mostraron muy interesados en la persona objeto de la dedicatoria, de la que
tampoco nosotros teníamos referencia alguna. La Espasa recoge su entrada en el
suplemento de 1931, pero la información más detallada sobre el vitoriano (a
falta de consultar la obra de Santiago Arcediano Salazar), la hemos hallado en
una página web llamada “ForoXerbar”. Estuvo becado por el Ayuntamiento de su
ciudad, y pudo llevar a buen puerto sus aficiones artísticas gracias al
mecenazgo de su amigo Felipe Arrieta, pues aparte de la venta de sus cuadros,
lo que llamamos “sueldo fijo” no lo tendría hasta 1901, cuando empieza a dar
clases en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria. Pudo formarse en Italia, y
a su vuelta participa en varias exposiciones nacionales, obteniendo premios en
las de 1895, 1899 y 1901. Su estudio, que montó en la calle Florida de su
localidad, bien podría parecerse al dibujo que ilustra este artículo, sacado
del referido “cuaderno”. Centrado en el retrato, las costumbres, los bodegones
y los paisajes, tan solo protagonizó dos exposiciones en solitario: la de la
Sala Delclaux de Bilbao en 1910, y la de la Escuela de Artes y Oficios de
Vitoria en 1925. Pero también fue docente, como dijimos, ocupando plaza en la
Escuela mencionada desde 1901, plaza de la que no se llegó a jubilar, e impartiendo
clases de dibujo en el Instituto de Segunda Enseñanza desde 1912 a 1932. Claro
que también parece que se dedicaba a enseñar por su cuenta, a juzgar por la
dedicatoria de nuestro cuaderno, que sería el tesoro de la tal P. Manso hasta
pasar a manos del bibliófilo, paso previo para que hoy día se conserve en
nuestra Biblioteca Municipal. NATALIO BENITEZ RAGEL/ RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario