viernes, 14 de diciembre de 2018

HURGAR EN EL VACÍO


Existe un número nada despreciable de estudios sobre la posguerra española - y cuando hablamos de posguerra nos referimos  en concreto al periodo denominado primer franquismo, su etapa más dura que abarcaría desde 1939 a 1953 (aunque hay historiadores que amplían o acortan ese periodo)-. Tras décadas de ser una época tabú para los historiadores por razones obvias, solo a principios de los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo comenzaron a aparecer trabajos centrados en esa etapa, aunque muchos de ellos todavía abordando de una manera tímida y otros subjetiva, lo que significó para la historia de nuestro país ese periodo sobre el que hoy tenemos, como comentaba más arriba, una extensa lista de libros donde ya prima el rigor sustentado en el soporte documental sobre otros condicionantes. Por el contrario, la literatura desde un primer momento se sintió atraída por estos años y fueron muchos los autores – aún hoy sigue esa atracción por el periodo como trasfondo de numerosas historias de ficción, recuerden el espléndido “Los Girasoles ciegos” de Alberto Méndez- que trataron con mayor o menor fortuna, de ambientar la trama de sus novelas en estos años, donde el régimen surgido de la cruenta Guerra Civil trataba de afianzar con puño de hierro su poder  sobre  un país arruinado  mientras miraba de reojo al exterior, donde intuía que el devenir de la Guerra Mundial podría sellar también su destino inmediato. Ana María Matute, Mercé Rodoreda, Francisco Ayala, Cela, Sender y un largo etcétera  trataron de sortear la censura de aquellos grises años, si bien unos con más fortuna que otros como fue el caso de José Luis Sampedro que tuvo que publicar en 1994 el libro “La sombra de los días”, escrito en 1947. Si nos centramos en nuestra ciudad  nos puede sorprender que a día de hoy –a diferencia de otras poblaciones- escaseen los estudios sobre cómo trascurrieron aquellos años,   incluso en el apartado de la literatura tampoco han sido muchos los autores que se hayan aventurado a dibujarnos el Jerez de la posguerra a través de historias ambientadas en su entramado urbano o rural. Apenas media docena de libros entre los que cabría  destacar los escritos por Manuel Halcón, los hermanos de las Cuevas o Caballero Bonald - y eso sino  somos escrupulosos en traspasar el limite cronológico 1939/53 que marcábamos antes como Primer franquismo-. Por eso, de la misma manera  que estaba más que justificado que  las Jornadas de Historia de Jerez de 2015 se dedicaran a la Posguerra en nuestra ciudad, creemos oportuna esa mesa redonda que organizada para el próximo día 14 de este mes, abordará el “ Jerez de la posguerra a través de la literatura”, y  hurgará en ese vacío que la  reciente novela  “La ciudad que no sueña”, de la que  también Hablaremos, trata de combatir. Ramón Clavijo Provencio.                                               


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