Existe un número nada
despreciable de estudios sobre la posguerra española - y cuando hablamos de
posguerra nos referimos en concreto al
periodo denominado primer franquismo, su etapa más dura que abarcaría desde 1939
a 1953 (aunque hay historiadores que amplían o acortan ese periodo)-. Tras
décadas de ser una época tabú para los historiadores por razones obvias, solo a
principios de los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo comenzaron a
aparecer trabajos centrados en esa etapa, aunque muchos de ellos todavía
abordando de una manera tímida y otros subjetiva, lo que significó para la
historia de nuestro país ese periodo sobre el que hoy tenemos, como comentaba
más arriba, una extensa lista de libros donde ya prima el rigor sustentado en
el soporte documental sobre otros condicionantes. Por el contrario, la
literatura desde un primer momento se sintió atraída por estos años y fueron
muchos los autores – aún hoy sigue esa atracción por el periodo como trasfondo
de numerosas historias de ficción, recuerden el espléndido “Los Girasoles
ciegos” de Alberto Méndez- que trataron con mayor o menor fortuna, de ambientar
la trama de sus novelas en estos años, donde el régimen surgido de la cruenta
Guerra Civil trataba de afianzar con puño de hierro su poder sobre un país arruinado mientras miraba de reojo al exterior, donde
intuía que el devenir de la Guerra Mundial podría sellar también su destino
inmediato. Ana María Matute, Mercé Rodoreda, Francisco Ayala, Cela, Sender y un
largo etcétera trataron de sortear la
censura de aquellos grises años, si bien unos con más fortuna que otros como
fue el caso de José Luis Sampedro que tuvo que publicar en 1994 el libro “La
sombra de los días”, escrito en 1947. Si nos centramos en nuestra ciudad nos puede sorprender que a día de hoy –a
diferencia de otras poblaciones- escaseen los estudios sobre cómo trascurrieron
aquellos años, incluso en el apartado
de la literatura tampoco han sido muchos los autores que se hayan aventurado a
dibujarnos el Jerez de la posguerra a través de historias ambientadas en su
entramado urbano o rural. Apenas media docena de libros entre los que cabría destacar los escritos por Manuel Halcón, los
hermanos de las Cuevas o Caballero Bonald - y eso sino somos escrupulosos en traspasar el limite
cronológico 1939/53 que marcábamos antes como Primer franquismo-. Por eso, de
la misma manera que estaba más que
justificado que las Jornadas de Historia
de Jerez de 2015 se dedicaran a la Posguerra en nuestra ciudad, creemos oportuna
esa mesa redonda que organizada para el próximo día 14 de este mes, abordará el
“ Jerez de la posguerra a través de la literatura”, y hurgará en ese vacío que la reciente novela “La ciudad que no sueña”, de la que también Hablaremos, trata de combatir. Ramón
Clavijo Provencio.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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