Con su ‘Diccionario
apasionado de la novela negra’, Pierre Lemaitre (en la imagen) deja por esta vez la ficción con la que ha
conquistado a miles de lectores -es el caso de la saga protagonizada por el
comandante Camille Verhoeven, o las espléndidas novelas ‘Nos vemos allá arriba’
o ‘Tres días y una vida’-, para ofrecernos ahora una visión muy particular de
ese universo que tan bien conoce como es el de la novela policiaca. La subjetividad del libro
es sin duda uno de sus atractivos y pese
a que esta característica lo aparta por otro lado de la exhaustividad de datos
que quizás algunos esperarían hallar en un diccionario, el buen lector pronto
encontrará sobrados motivos para disfrutar con la lectura. Sí, es este un libro
nada convencional, y es que Lemaitre huye de una excesiva erudición para, en
cambio, seguir sin titubeos sus gustos y emociones, siendo esta la prioridad para
dar a conocer al lector historias
impagables. Su eclecticismo al abordar el tema le hace citar por ejemplo series
de televisión policiacas, estén o no basadas en una novela previa, aunque tampoco
se olvida Lemaitre de repasar un buen ramillete de películas basadas, estas sí,
en novelas de afamados escritores del género negro. Impregnándolo todo está el
humor, mucho humor, lo que es un acierto
si se maneja con maestría como es el caso. Todos estos aspectos comentados
enriquecen notablemente este sin duda brillante y muy personal repaso de lo más
destacado del género, y en mi caso particular me compensa con creces de la poca presencia de autores españoles (no
todo comienza y acaba en Montalbán) o extrañas
ausencias como las de Philip Kerr. Entre los temas que aborda este ‘Diccionario
apasionado’ está el muy interesante de las sagas protagonizadas por personajes que alcanzaron un enorme éxito,
pero que a la muerte de sus creadores los herederos de su legado decidieron,
por distintos motivos, continuar esas historias que se habían quedado huérfanas
de autor. Lemaitre nombra dos casos en concreto: la serie Millenium de Stieg
Larsson continuada tras su fallecimiento,
con un éxito más discreto, por David Lagercrantz, y las novelas protagonizadas
por el inefable Pepe Carvalho, ahora continuadas, tras la muerte de su creador,
Manuel Vázquez Montalbán, por el excelente autor barcelonés Carlos Zanón. Se
podrían nombrar infinidad de casos aparte de estos que recoge Lemaitre, pero sirva
de botón de muestra el protagonizado por el escritor Benjamin Black (pseudónimo
de John Banville) y responsable de la muy recomendable serie que tiene al
patólogo forense Quirke como protagonista, que fue el elegido por los herederos
del legado del gran Raymond Chandler para continuar la serie protagonizada por
el icónico Philip Marlowe. De este acuerdo surgió la excelente novela ‘La rubia
de ojos negros’ que no desmerece las que
nos legara el admirado autor norteamericano. Ramón Clavijo Provencio.
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