viernes, 20 de mayo de 2022

PASIÓN POR LA NOVELA NEGRA


Con su ‘Diccionario apasionado de la novela negra’, Pierre Lemaitre (en la imagen)  deja por esta vez la ficción con la que ha conquistado a miles de lectores -es el caso de la saga protagonizada por el comandante Camille Verhoeven, o las espléndidas novelas ‘Nos vemos allá arriba’ o ‘Tres días y una vida’-, para ofrecernos ahora una visión muy particular de ese universo que tan bien conoce como es el de  la novela policiaca. La subjetividad del libro es sin duda uno de  sus atractivos y pese a que esta característica lo aparta por otro lado de la exhaustividad de datos que quizás algunos esperarían hallar en un diccionario, el buen lector pronto encontrará sobrados motivos para disfrutar con la lectura. Sí, es este un libro nada convencional, y es que Lemaitre huye de una excesiva erudición para, en cambio, seguir sin titubeos sus gustos y emociones, siendo esta la prioridad para dar a conocer al lector  historias impagables. Su eclecticismo al abordar el tema le hace citar por ejemplo series de televisión policiacas, estén o no basadas en una novela previa, aunque tampoco se olvida Lemaitre de repasar un buen ramillete de películas basadas, estas sí, en novelas de afamados escritores del género negro. Impregnándolo todo está el humor, mucho humor, lo que es  un acierto si se maneja con maestría como es el caso. Todos estos aspectos comentados enriquecen notablemente este sin duda brillante y muy personal repaso de lo más destacado del género, y en mi caso particular me compensa con creces  de la poca presencia de autores españoles (no todo comienza y acaba en Montalbán) o  extrañas ausencias como las de Philip Kerr. Entre los temas que aborda este ‘Diccionario apasionado’ está el muy interesante de las sagas protagonizadas por  personajes que alcanzaron un enorme éxito, pero que a la muerte de sus creadores los herederos de su legado decidieron, por distintos motivos, continuar esas historias que se habían quedado huérfanas de autor. Lemaitre nombra dos casos en concreto: la serie Millenium de Stieg Larsson  continuada tras su fallecimiento, con un éxito más discreto, por David Lagercrantz, y las novelas protagonizadas por el inefable Pepe Carvalho, ahora continuadas, tras la muerte de su creador, Manuel Vázquez Montalbán, por el excelente autor barcelonés Carlos Zanón. Se podrían nombrar infinidad de casos aparte de estos que recoge Lemaitre, pero sirva de botón de muestra el protagonizado por el escritor Benjamin Black (pseudónimo de John Banville) y responsable de la muy recomendable serie que tiene al patólogo forense Quirke como protagonista, que fue el elegido por los herederos del legado del gran Raymond Chandler para continuar la serie protagonizada por el icónico Philip Marlowe. De este acuerdo surgió la excelente novela ‘La rubia de ojos negros’  que no desmerece las que nos legara el admirado autor norteamericano. Ramón Clavijo Provencio.

  

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