“El exjugador de polo acuático cubano Jhoen Lefont rompió su propio récord mundial de dominio del balón al propinar 122 toques a la pelota de fútbol en una piscina de La Habana y sumó así su segunda marca esta semana en los Libros Guinness.” Leo en un periódico. Una noticia que ya había visto en algún informativo de televisión. Y desde entonces no paro de pensar en ello. No, no piensen ustedes que me pasa como a aquel vendedor de vinos que Vuillard nos presenta en su novela ‘4 de julio’ del que nos dice: “entre dos idas y venidas a la bodega, le había quedado tiempo para forjarse opiniones, una concepción del mundo”. Mi pensamiento es mucho más modesto que forjarme una concepción del mundo a través de un récord inútil. Porque eso es lo que me hizo pensar: ¿para qué tanto toquecito al balón metido en una piscina? ¡Cuánto más valioso hubiera sido tanto tiempo invertido en la preparación y ejecución de ese récord, si el tal Jhoen lo hubiera dedicado a la lectura e incluso a compartir esta en un club (tan discutidos últimamente)! En un viejo artículo de Javier Marías titulado “Superación”, el magnífico escritor criticaba esa obsesión que se ha adueñado en esta sociedad por ser el mejor, por destacar en algo, por poner en riesgo la propia vida con retos inútiles y sin sentido. El selfie más arriesgado ya se ha cobrado cientos de víctimas, por no decir el señor de 90 años que corre una maratón como si en ello le fuera la vida eterna (la única a la que ya puede aspirar). Irene Vallejo comentaba en uno de sus artículos (“Esos locos desinteresados”) la anécdota del discípulo de Euclides que cuando el maestro le enseñaba las bases de la geometría, aquel le preguntó “¿qué ganancia conseguiré con esto?”. Es cierto que a veces no logremos entender la trascendencia de alguna actividad humana; el gran Nuccio Ordine (fallecido hace poco) tituló uno de sus libros ‘La utilidad de lo inútil’ haciendo referencia a los estudios humanísticos. Pero lo que está claro es que el libro Guinness está lleno de récords que dicen muy poco en favor de la inteligencia y del sentido práctico del género humano. El afán de superación es el motor que nos ha hecho progresar a lo largo de la historia de la Humanidad, sin duda; pero el afán por ostentar el récord más inútil delata nuestra cara más estúpida. José López Romero.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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