jueves, 15 de abril de 2010

PAREJAS LITERARIAS


Uno de los fenómenos más curiosos de la historia literaria es el de la literatura “a cuatro manos”, es decir, cuando dos escritores colaboran de una manera continuada y estable, dando lugar a una obra digna de ser estudiada. Es un fenómeno al menos tan atractivo para el curioso como el de los “negros” literarios, pero con la salvedad de que en el primer caso no hay misterio u ocultación sobre qué autores se esconden tras esta o aquella novela, más allá del nombre que aparezca en su portada. La literatura “a cuatro manos”, como venimos diciendo, no es un fenómeno nuevo sino que a poco que hurguemos en la historia literaria nos encontraremos casos más o menos interesantes, aunque nosotros en estas breves líneas sólo nos detengamos en algunos ejemplos, de los que por supuesto excluimos aquellas colaboraciones muy esporádicas o puntuales, o aquellas fruto de una relación sentimental, donde el peso de uno de los dos escritores es tan evidente que queda claro que hay otras razones más allá de las puramente literarias, para que sean dos nombres los que presidan la portada de algunos libros. Nuestro primer ejemplo, sobre el fenómeno de la literatura en colaboración, y siguiendo un orden cronológico, sería la pareja de escritores franceses Erckmann-Chatrian, prácticamente olvidada hoy en nuestro país, aunque sus obras tuvieron una cierta repercusión en el primer tercio del siglo pasado al ser traducidas al castellano por Manuel Azaña. Quizás la que tuvo más fortuna fue la ‘Historia de un quinto de 1813’, donde se detalla la evolución de un soldado de las tropas napoleónicas que conquistan Europa, desde el idealismo de luchar por los ideales revolucionarios, hasta el desencanto final de sentirse manipulado y servir a un ejército de ocupación. Como en muchos matrimonios, esta fructífera sociedad literaria se separó siguiendo carreras dispares ambos escritores, pero en ningún caso volviendo a tener el favor que tuvieron del público en su época de colaboración. Otra pareja con cierto interés para la literatura fue la formada por Boyleau y Narcejac, también franceses, y que son considerados una de las referencias de la mejor novela policíaca. Incluso el cine adaptó algunas de sus historias para la gran pantalla, siendo el ejemplo más llamativo por el enorme éxito cosechado “Vértigo”, dirigida por Alfred Hitchcock que quedó cautivado tras leer la novela “De entre los muertos”. Pero quizás, y ya para finalizar, la pareja literaria que simbolizó el éxito durante décadas, hasta representar un verdadero fenómeno de masas fue la formada por Larry Collins y Dominique Lapierre. ‘¿Arde París?’ y ‘Oh Jerusalén’ serían sus novelas más aclamadas, donde se entremezclan con oficio literatura y ficción. Parejas literarias, sin duda un tema apasionante de analizar (pues ¿cómo se canalizan dos sensibilidades, muchas veces muy diferentes, hasta culminar una novela luego admirada?) del que sólo hemos arañado, en esta ocasión, la capa más superficial del iceberg y sobre el que prometemos volver para tocar su “cara” española. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO

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