Aby Warburg es uno de estos personajes extraños que nos encontramos al hilo de lecturas que empezamos con la misma expectación como satisfacción nos producen a su término. Su historia me la cuenta Alberto Manguel en su magnífico trabajo “La biblioteca de noche”, libro al que seguro volveré en esta página. Nacido en Hamburgo en 1866 e hijo de banqueros judíos, Warbugg cedió su primogenitura a favor de su hermano menor con la única condición de que éste le comprara todos los libros que él durante su vida le pidiera. Así, fue formando una de las mayores, mejores y más originales bibliotecas de Europa. Por la renuncia al negocio familiar ya podemos deducir que estamos ante una persona con una sensibilidad especial, alguien cuando menos extraña a un mundo que no entiende, ni entendía en la época de Warburg, de “rarezas”. De genio desasosegado y melancólico, aquellos años de entre siglos no fueron los más apropiados para un bibliófilo que intentó resguardarse de un mundo cada vez más hostil en su enorme biblioteca. La primera gran guerra fue uno de los acontecimientos que sumió a Warburg en la angustia hasta el punto de ser internado en una clínica suiza. Pero Aby Warburg también sabía que las grandes guerras no son sólo los peligros a los que estamos expuestos, hay otras guerras tan destructivas o con efectos más deletéreos que aquellas que se hacen con bombas y misiles. Son esas pequeñas guerras de todos los días, en los que uno se ve envuelto sin posibilidad alguna de evitarlas. Son las guerras contra el vecino, contra las ventanillas, contra el tráfico; esas “pequeñas” batallas diarias contra una sociedad en las que nos miramos unos a otros como enemigos e intentamos cada día marcar nuestro territorio, como si fueran trozos de barricadas en las que protegernos y proteger a los nuestros. Aby Warburg dejó tomos y tomos de breves reflexiones fruto de su mente sensible; entre ellas ésta que deberíamos poner en la puerta de nuestras casas como antes poníamos el corazón de Jesús: “vive y no me hagas daño”.José López Romero
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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