Se habla estos días de la próxima edición de "Las Aventuras de Huckleberry Finn" a cargo de la editorial norteamericana NewSouth Books. Hasta aquí todo normal salvo porque al responsable de dicha edición Alan Gribben, profesor universitario y especialista en Mark Twain, se le ha ocurrido alterar algo el original, en concreto suprimir la palabra "nigger", con la que se referían despectivamente a la gente de color en la época del escritor, sustituyendola por otra políticamente más correcta. Realmente no entendemos estas manías post modernas de "tocarlo" todo en razón de la estética, gustos o sensibilidades actuales. Es algo parecido a la moda que se esta imponiendo entre algunos historiadores de observar el pasado con ojos contemporáneos, lo que es tanto como tergiversar la realidad histórica.
Volviendo a nuestro profesor que se confiesa gran admirador y especialista en la obra del genial Twain, se sorprende ahora de la reacción provocada por su decisión, y se defiende diciendo que "no estoy de ninguna manera expurgando a Mark Twain. Las intensas críticas sociales están ahí. El humor está intacto. Simplemente tuve la idea de alejarnos de la obsesión con esta palabra, y dejar que las historias se mantengan por sí mismas”. Pero yo me echo a temblar si el ejemplo tiene éxito, y ya me veo releyendo una versión del Robinson Crusoe de Daniel Defoe, donde algún osado elimina la figura del salvaje "Viernes". R.C.P.
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