Hace ya algunos años
leí un curioso libro sobre aquellos hoteles donde habían recalado escritores
viajeros ilustres. Se titulaba “Hoteles literarios” aquel oportuno libro escrito por Nathalie de Saint Phalle. A través de sus páginas se podía recorrer la
geografía planetaria, desde Adén a Zúrich,
si seguimos un orden alfabético, enterándote de anécdotas de unos personajes de
carne y hueso que escribieron en muchos casos obras que nos enamoraron, pero
cuyas vidas personales no iban parejas a las literarias, a tenor de los
vestigios que fueron dejando en los establecimientos en los que se alojaron. En
algunos de ellos incluso conservan algún recuerdo de tal o cual escritor o escritora,
olvidado en su momento en alguna habitación, y que ahora se exhibe con orgullo
como reclamo para los nuevos viajeros. La verdad es que en los hoteles los
objetos tienden a desaparecer más que a quedarse, y el pequeño hurto por parte
de los clientes se ha convertido en casi una moda que ha obligado en muchos
casos a extremar las medidas de
seguridad para que la caja, y más en estos tiempos de crisis, no dé un balance final
de números rojos. Por ello la noticia de que un conocido hotel madrileño haya
abierto una biblioteca con los libros que a lo largo de generaciones se han ido
olvidando sus clientes, me parece cuando menos curiosa. Por lo que me cuentan,
la nueva biblioteca tiene más de quinientos volúmenes, previamente escogidos de
entre un número mayor, y seleccionados en razón de diversos detalles que podían
hacerlos atractivos a la nueva clientela,
no sólo por el interés de su contenido. Así, algunos de ellos contienen
la firma de algún famoso, otros tienen anotaciones curiosas, incluso alguno está
ilustrado profusamente, al parecer por un conocido artista, y que por supuesto después
de pedir permiso al autor para conservarlo, se ha convertido en la “joya de la
corona”. Entre tantas noticias deprimentes para la cultura que estamos viviendo
en estos últimos tiempos, me parece interesante esta iniciativa del hotel madrileño
de abrir una biblioteca, y no un spa, como reclamo para su clientela. Suerte. Ramón Clavijo Provencio
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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