LECTORES SIN REMEDIO

Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.

viernes, 8 de junio de 2012

LOLITA


Gustav Klimt

“Cuando ya tenga mis años y esté en edad de casarme, quisiera encontrar un marido como usted”, me comentó un compañero que le dijo una alumna hace unos años, en una de esas cenas de despedida de promoción de Bachillerato. La adolescente, vestida para la ocasión, es decir, con todos sus encantos expuestos y elevados a la máxima potencia, le recordó de inmediato –me confesaba mi compañero- a esa “Lolita” que acuñó Nabokov, aunque reconvertida en titulada en bachiller, que no deja de ser un grado y unos años más de diferencia con aquella otra caprichosa y cruel de la literatura. No había maldad en aquella frase, sino todo lo contrario, admiración, y como halago la entendió mi compañero; aunque pensada con más calma, pronto se dio cuenta de que la muchacha cuando pasara más tiempo del que él querría, buscaría un marido para que le calentara los pies en las frías noches de invierno e incluso le leyera en la cama mientras ella esperaba que le llegara el primer sueño. Sin embargo, no desdeñemos el porcentaje de elogio que la frasecita contenía, porque en ella implícito se encuentra el efecto Pigmalión que tan exquisitamente supo llevar al teatro George Bernard Shaw, es decir, el prestigio de la cultura, del conocimiento, e incluso del magisterio en todos los aspectos educativos que aquel compañero ejerció sobre la adolescente, aspectos que habitualmente no se tienen en cuenta cuando de valorar la enseñanza se trata, y sólo se recuerdan con los años, los mismos que iban a pasar para que aquella Lolita encontrase un marido, lo cual no deja de ser un pírrico consuelo habida cuenta de la escena que les relato. “Entonces, lo de amantes ni se contempla” –le respondió con cierta retranca mi compañero para ver por dónde salía la señorita-. Ésta, le echó una mirada de complicidad al compañero de curso que tenía al lado y le dijo al profesor: “Profe, lo que usted nos ha repetido tantas veces en clase: cada uno sirve para lo que sirve”. Touché, querida. José López Romero. 

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