domingo, 15 de noviembre de 2015

LITERATURA SOBRE LITERATURA

“Un libro empieza y termina mucho antes y mucho después de su primera y de su última página”, dice Julio Cortázar en una conferencia titulada “La literatura latinoamericana de nuestro tiempo”, que se recoge como apéndice en su libro Clases de literatura. Berkeley, 1980 (ed. Punto de lectura, 2013). Y cuando terminé de leer este libro de Cortázar no pude por menos que recordar la frase cargada de razón. Los buenos libros, los que marcan al lector son realmente aquellos para los que estábamos preparados, consciente o inconscientemente, para leer y aquellos que no olvidamos durante toda nuestra vida, que nos hacen reflexionar, que nos producen un placer o nos provocan unas emociones que nos acompañarán para siempre. Clases de literatura es un libro sobre literatura porque en él se recoge el curso que Cortázar impartió en la Universidad de Berkeley en 1980; forma parte, por tanto, de ese género ensayístico del que aquí hemos reseñado algunos trabajos, por el interés que siempre tiene un libro sobre literatura escrito por los que a ella se dedican desde el lado de la creación y no de la crítica o la investigación. Y en esto, La verdad de las mentiras de Vargas Llosa o Diez grandes novelas y sus autores de Somerset Maugham (que hemos reseñado aquí en otro tiempo) son títulos muy recomendables. Pero el ensayo de Cortázar tiene el interés añadido, a diferencia de estos dos libros citados, de que el escritor argentino reflexiona sobre su propia obra, sobre las etapas que cree advertir en su carrera literaria y, sobre todo, las claves de creación de sus insuperables relatos, así como de sus dos grandes novelas: Rayuela  y Libro de Manuel. Una reflexión cargada de literatura, pero también de vivencias personales que nos acercan al escritor, pero aún más al hombre y sus circunstancias. Y en este sentido, aunque Cortázar hable de la importancia de la fantasía, de la música, del humor y del erotismo en la literatura latinoamericana, las páginas más sobrecogedoras son aquellas en las que reflexiona sobre la responsabilidad (prefiere esta palabra a “compromiso”) del escritor latinoamericano con la realidad de sus países de origen. La denuncia de las sangrientas dictaduras que asolaron buena parte del continente americano, y el papel que le corresponde al escritor en la recuperación de los derechos de los pueblos a decidir su futuro y enfrentarse al abuso de poder establecido ocupa la última parte del libro, en especial esas dos conferencias que se incluyen en el apéndice final y de las que destacábamos al comienzo una de las frases. Y si esa frase ya nos plantea la relación del escritor y del lector con los libros, tampoco debemos olvidar la cita inicial extraída de Unamuno: “… aborrezco a los hombres que hablan como libros, y amo los libros que hablan como hombres”. Las Clases de literatura  de Cortázar es, sin duda, un libro que habla como un hombre, con la imponente estatura del escritor argentino. José López Romero.



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