No podemos afirmar que nuestro país haya sido, y menos aún sea en la actualidad, un lugar donde el ajedrez haya alcanzado la popularidad que sin duda tiene en otros lugares. Y sin embargo este juego, definido equivocadamente como elitista por algunos, parece siempre haber estado muy presente aunque en un segundo plano en nuestras vidas. En muchos domicilios, muchas veces arrinconado, tenemos un tablero olvidado del que no recordamos cuándo lo adquirimos o para qué. En mi memoria recuerdo en el peregrinaje anual que todos los veranos realizaba mi familia a Los Barrios para pasar el verano, cuando aquella población era aún un pintoresco pueblo y no una ciudad dormitorio de Algeciras, aquel pequeño club de ajedrez en el que aprendí las reglas del juego siendo un adolescente. Luego vendría la adquisición de dos libros que aún conservo: ‘Tratado elemental de ajedrez’ de Ricardo Aguilera, pero sobre todo el ‘Lecciones de ajedrez’ de J.R. Capablanca, el gran maestro cubano, que con una prosa brillante introducía al lector en partidas míticas protagonizadas por grandes maestros, y al que atribuyo mi temporal obsesión por el juego, en el que nunca llegué a destacar. Aquel viejo libro me viene a la memoria tras leer el de muy reciente aparición ‘Cuentos, Jaques y Leyendas’, del profesor Manuel Azuaga, que rescata del olvido una serie de magnéticas historias, protagonizadas por personajes conocidos como Humphrey Bogart, Miguel de Unamuno, Nabokov o Stanley Kubrick entre otros, y donde el ajedrez es la pieza, nunca mejor dicho, principal. El año pasado leí con interés otro libro ‘El peón’ escrito por Paco Cerdá. En él se rescataba una vieja historia protagonizada por nuestro mejor ajedrecista hasta el momento, Arturo Pomar, aquel niño prodigio que al final de su carrera firmó unas tablas con el joven americano Bobby Fischer, en el campeonato mundial de Estocolmo de 1962. En fin, libros sobre un juego tan maravilloso como poco cuidado en este país, y que quizás contribuyan a llamar la atención de algún futuro genio de las tablas, aunque hoy aún ni siquiera conozca el movimiento de las piezas sobre el tablero. Ramón Clavijo Provencio
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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