Cuando lean ustedes estas líneas los claustros de Santo Domingo de nuestra ciudad estarán acogiendo un año más la Feria del Libro, y sus estancias y luminosas galerías estarán tomadas, en el buen sentido del término, por los stands de las librerías participantes y esperemos que por cientos de lectores y lectoras buscando nuevas lecturas. Son ya algo más de 90 años los que nos separan de la celebración de la primera Feria del Libro que se organizó en nuestro país, la cual se levantó en el madrileño Paseo de Recoletos, junto a la Biblioteca Nacional, un 23 de abril de 1933. Fueron entonces 20 las editoriales participantes las que ofrecieron lo más granado de sus respectivos catálogos a los visitantes a lo largo de la semana en la que esta se celebró. Aquella primera Feria del Libro y las que siguieron en tiempos republicanos fueron de iniciativa privada, pero lo cierto es que su celebración no hubiera sido posible sin una política legislativa -en los primeros años de la II República sobre todo- que pretendía lograr una mayor accesibilidad al libro por parte de la sociedad en general. El estallido de la Guerra Civil acabó con todo aquello y habría que esperar hasta 1944, cuando nuestro país vivía los momentos más duros de la posguerra, para volver a ver levantarse los stands de las librerías en el Paseo de Recoletos (aún pasarían unos años antes de trasladarse al parque del Retiro). Pero no estuvo esta primera Feria del Libro organizada en tiempos del franquismo exenta de problemas. Recogen las crónicas periodísticas de la época cómo algunos falangistas levantaron pilas de libros en los accesos a la misma y procedieron a su quema, lo que desde luego no era la mejor manera de animar a los interesados en visitarla. Pero la dura legislación en torno al libro y su férreo control sobre la accesibilidad de la población en general según a qué tipo de publicaciones, hacía que aún a finales de los años 40, cuando el Instituto Nacional de Libro Español (INLE) organizador de la Feria madrileña era dirigido por el jerezano Julián Pemartin, se vivieran este tipo de actos desafortunados. Ramón Clavijo Provencio
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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