sábado, 15 de octubre de 2011

LA ESPERA

Creo que esa es la sensación que prevalece en nuestro país en lo que concierne al mercado editorial. A todos los que de una  u otra forma nos sentimos vinculados al libro, ya como lectores, libreros, editores, bibliotecarios, educadores, etc., parece nos envolviera una inquietante y tensa sensación de espera que   no terminamos de saber cuándo se romperá. ¿O sí?  Llevamos años esperando que las nuevas tecnologías irrumpan y modifiquen nuestras reglas de juego actuales, pero lo cierto es que aún el libro en formato papel sigue dominando nuestros hábitos, tanto lectores como comerciales, educativos o culturales, y  pese a  la caída de ventas no se ha traducido en un  apreciable avance del libro electrónico. Ahora hace un año parecía que los  libros electrónicos  y los artilugios que nos permiten su lectura, serían  los reyes  en nuestros hogares, y que ello llevaría indefectiblemente a la creación de plataformas para su comercialización e incluso utilización masiva en instituciones como las bibliotecas. Pero el año pasó, y la venta de los distintos modelos de lectores ha sido más bien discreta, mientras la plataforma Libranda, que se postulaba como la que tiraría del carro del libro digital en España, parece haber embarrancado. Al final, tengo la sensación de que, como ha sucedido con tantas otras cosas en este país, el definitivo empujón vendrá de fuera, ya que al parecer nosotros no terminamos de ponernos de acuerdo para arrancar. Bueno, realmente el empujón  nos lo han dado, y es que Amazon ya está aquí pues acaba de abrir su librería virtual, y aunque aún no parece vaya a comenzar a comercializar su famoso lector electrónico, el  Kindle, qué duda cabe de que ya nada será igual. ¿Qué quieren que les diga?, pues que creo que simplemente con ese anuncio se ha terminado el tiempo de espera y ahora, casi a la fuerza, no vamos a tener más remedio que adaptarnos o morir. La misma canción de siempre. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO

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