La civilización del espectáculo
Mario Vargas Llosa.
Punto de lectura, 2012.
Su faceta como
novelista ha oscurecido un tanto su labor como finísimo crítico literario, con
una serie de trabajos que tiene en títulos como “García Márquez: historia de un
deicidio”, “La orgía perpetua” (un ensayo dedicado a Flaubert y su “Madame
Bovary”), o “La verdad de las mentiras” (magnífico repaso por las veinticinco
mejores novelas del siglo XX) excelentes ejemplos de su dedicación a la
literatura. Pero Vargas Llosa es mucho más que eso. Es sobre todo un hombre
preocupado por el mundo en el que le ha tocado vivir, y por ello concienciado
de que ningún problema le debe ser ajeno, y que aborda incansablemente en sus
artículos periodísticos. Y en relación con ello, tenemos “La civilización del
espectáculo”, un trabajo en el que critica la banalización de la cultura actual
que lejos de ser el motor y transformador de la sociedad, se ha convertido en
puro entretenimiento y diversión. Un libro muy recomendable en todos los
aspectos. J.L.R.
Viaje sentimental
Laurence Sterne.
Debolsillo, 2012.
Laurence Sterne está
indisolublemente unido a su gran novela “Vida y opiniones del caballero
Tristram Shandy” (buena edición en Cátedra, Letras Universales; aunque más
famosa es la traducción de Javier Marías, premio Fray Luis de León de
traducción de 1979). Y con el “Tristram Shandy” su no menos íntima relación con
el “Quijote”, del que se convirtió Sterne en uno de sus grandes seguidores
ingleses. El “Viaje sentimental” relata las experiencias vividas por el propio
Sterne cuando decide viajar por Francia e Italia en busca de climas más
templados para su maltrecha salud. Se respira en toda la obra esa fina ironía
tan característica de los novelistas ingleses del XVIII (Fielding, por ejemplo)
y que en Sterne es uno de sus rasgos más sobresalientes. A pesar de los recelos
de los británicos por el continente, el calificativo de la obra, “sentimental”,
define a la perfección el tono y la actitud de Sterne. Un libro para disfrutar.
J.L.R.
El juego de Ripper
Isabel Allende. Plaza, 2014
Ha sorprendido la irrupción de Allende en este género de la
novela negra, alejándose por esta vez de las historias tan vinculadas a su
experiencia personal, que le dieron fama
y una legión de seguidores. Leí algunas
críticas no especialmente benévolas con esta decisión, e incluso comparar su
caso con el de J.K. Rowling, que no parece convencer una vez abandonara a su
joven mago Harry Potter. Sinceramente no podría negar que esta historia donde
una astróloga predice unos asesinatos, que finalmente se producen en la ciudad
de S. Francisco, mantiene la atención del lector, pero rápidamente la historia
policial queda en un segundo plano, apartada por el estudio y relaciones de
cada uno de los personajes, sobre todo de un grupo de jóvenes aficionados a los
juegos del rol, y que se ven implicados en los sucesos. Apariencia de novela
negra para un libro que no desilusionará a los seguidores de la escritora. R.C.P.
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