LECTORES SIN REMEDIO

Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.

domingo, 27 de abril de 2014

ACTITUD

“-Esa es la actitud” – decía mi hijo mientras tecleaba un wasap con destino a no sé quién; prueba contundente e irrefutable  que desactiva la leyenda negra de que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez. La verdad es que el comentario fue la única intervención de la conversación familiar que  manteníamos su madre y yo, a cuenta de una idea que se me ocurrió sobre la marcha con el único fin de romper el silencio conyugal: “-lo mismo Ramón y yo hacemos otra novela y la presentamos a un premio. Uno de esos que dan los amigos del gremio”.  “-¿Pero no decíais los dos que queríais engrosar la lista de escritores con el síndrome Bartleby, que tan bien analiza Vila-Matas en su libro Bartleby y compañía?, me reprochaba mi mujer. “- Sí – le reconocía yo- Pero unos miles de euros no vienen nunca mal”. Y entonces soltó mi hijo sin levantar la cerviz del móvil “-esa es la actitud”, pensando más bien en el más que improbable dinerito por ganar, que en darme ánimos creadores. Y todo porque el otro día me encontré con un antiguo compañero que, según me confesó, se ganaba un suplemento económico haciendo de jurado en distintos certámenes literarios. Llevaba ya unos diez años prejubilándose y eso, junto con las amistades que había sabido conservar en ciertos círculos literarios, le permitía ser miembro de premios a los que acudía gustoso no solo por el dinero, sino también por la siempre atractiva frase “gastos pagados”.  Escritores de cierto prestigio -seguía con su confesión- no tenían escrúpulo alguno en que apareciera su nombre entre los miembros de un jurado a cambio de una cantidad según caché.  Y así ya puede explicarse –le comentaba yo- la composición de ciertos jurados y la concesión de ciertos premios. “¿Pero tú has leído la primera novela? –le pregunté a mi hijo”. “Pues claro, pá. ¿No te acuerdas que me la tuve que leer a cambio de que me levantaras el castigo sin salir un fin de semana?”. “-¡Esa es la actitud, hijo!.” José López Romero.

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