Otra vez, me temo,
volverá a pasar el mes de abril por el calendario, sin que hayamos podido
pasear por las calles de esa efímera ciudad dedicada al libro, que en tantas
ciudades se levantan a partir de esta fecha. Alguno podrá decir, y con toda
razón, que para las últimas Ferias del Libro que se han acogido en Jerez, más
vale ahorrárselas y aunque suene duro decirlo, lo cierto es que mientras en nuestra
ciudad andamos imitando al Guadiana, con propuestas de Ferias que de un año para otro desaparecen, para volver a
seguir unos años después con otras propuestas distintas que tampoco fructifican,
en otros lugares no lo han visto tan complicado y siguen levantando sus
casetas, que luego se llenan de libros y propuestas relacionadas con ellos,
para que lectores y curiosos invadan
pacíficamente el recinto a partir de abril. Pero aquí, desde hace ya demasiados
años, sucede lo de siempre, propuestas
apresuradas no secundadas con el mismo entusiasmo por todos los implicados
–libreros, instituciones oficiales, educadores, bibliotecarios, asociaciones de
lectores, etc.- lo que aboca a las
mismas al fracaso o a la no celebración. Este año se nos intenta vender que la
Feria del Libro se celebra en cada una de las librerías, lo que nos lleva a preguntarnos qué
diferencia hay con lo que estos establecimientos realizan el resto del año. Yo
pensaba que en las librerías, como en las bibliotecas la Feria del Libro se
celebraba todo el año, y lo que las Ferias, o llámeselas como se quiera, lo que
tratan es de volcar al exterior de sus espacios tradicionales al libro,
buscando una mayor visibilidad de este mundo ahora tan cuestionado. La
sensación es que por estos lares no parece hayamos avanzado mucho de lo que
propone ya en 1950 el viejo cartel que
reproducimos. Lo cierto es que con tantos experimentos y escenarios –Plaza del Banco, Arenal, Pescadería
Vieja, etc.- es mucho pretender que la Feria del Libro permanezca y no se vaya
disolviendo como un azucarillo en el café, quedándonos solo el consuelo de los
recuerdos de nuestra infancia. Son años
duros para el mundo del libro que vive la adaptación a unos nuevos tiempos en
el campo de la edición y el acceso a la información, tras los cuales –con víctimas
en el camino- no sabemos qué escenario quedará. Pero sería
doloroso que en ese nuevo escenario una de esas víctimas finalmente fuera la
Feria del Libro de Jerez, sobre todo cuando en otros lugares, tanto en
cosmopolitas ciudades como en pequeños núcleos urbanos, hay propuestas que
siguen funcionando, incluso apasionando. Ramón Clavijo Provencio
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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