“¡Estoy
muy mal Nicanor! / ¡Pues yo no estoy bien Severo! / ¡A mí me embarga el dolor!,
/ ¡Y a mi me embarga el casero, que es muchísimo peor!”. Asi escribía en 1891
Vital Aza, un asturiano que, según el crítico Jacinto Octavio Picón, se
aproximaba a Píndaro por la jovialidad y a Quevedo por la melancolía. Hoy lo
apellidaríamos como lo que es, un cachondo mental de finales del XIX. Sigan
leyendo. Al rondar a una muchacha, cuidado con papaito: “Dos cosas he recibido,
/ que recuerdo a cada instante, / el beso que tu me diste, / y el puntapié de
tu padre”. Y qué decir de esos vecinos que piensan que viven solos, como los
que habitan esos híbridos entre chalé y casa de vecinos, y cuya niña nos toca
la flauta casi en nuestro tímpano: “¡Ya mi cabeza se abrasa!, / ¡Canasta con la
manía!, / ¡Esto de la raya pasa!, / ¡O se va usted de su casa, / o me voy yo de
la mía!. Toca también Vital el tema de la cerveza, por cierto no tan apreciada
como hoy: “Dénme marrasquino, ron, / cognac, vino peleón... / ¿pero cerveza? ¡jamás!
/ Primero bebo aguarrás / que esa maldita infusión”. Lejos estaba nuestro
artista de imaginar la colonización mundial que protagonizaría la nutritiva
bebida. Los epitafio los bordaba, y los políticos, también entonces acérrimos prosélitos
del gran Alí Babá, no se escapaban de su afilada pluma: “El político Blas Pinos
/ duerme el sueño de la muerte. / No habléis aquí de destinos, / que es fácil
que se despierte”. Si don Vital viviera hoy, y si además lo hiciera en la
Sierra Norte de Sevilla, le faltaría papel donde escribir sobre esta irrecuperable
ralea. Otro, este de pelanduscas: “Descansa bajo esta losa / la que fue con sus
virtudes / buena madre y buena esposa. / Lo de madre no lo dudes, / lo de
fiel... es otra cosa”. Hay cosas que nunca cambian. Como la elección de carrera
universitaria, de las que nuestro autor decimonónico decía: “Hoy están todas
tan mal / que no es fácil elegir, / y para colmo final, / nos cuestan un
dineral / y no dan para vivir”. Y hay versos que parecen escritos ayer: “La de abogado
antes era / una bonita carrera / de muchísimo provecho, / ¡ pero hombre si hoy
cualquiera / es licenciado en Derecho!”. Y sigue: “¿La de medicina?, ¡horror!,
/ no creo que le convenga, / ¡si es la carrera peor! / Ya no hay casa que no tenga
/ en cada piso un doctor”. Y así hasta casi cuatrocientas páginas de jocosas
ocurrencias que no dejan títere cabeza. Encontrarán “Todo en broma” en el
Legado Soto Molina de la Biblioteca Central de Jerez, donde se regocija
divirtiendo a sus propios compañeros de estantería. NATALIO BENITEZ RAGEL
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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