Pasaron los días de libros y
rosas y volvemos a la cotidianeidad, a los paisajes diarios donde la lectura y el
libro parecen haber desaparecido. Me comentaba un amigo que el mes de abril dedicado al libro ha estado
cargado de actos de muy distinto cariz e importancia, incluso más que otras
veces. Realmente en esto no nos podemos
quejar, decía. Algunos de estos secundados por numeroso público, y otros si
bien con menor concurrencia no por ello menos entusiasta. Actos todos donde el
libro, la lectura han sido el centro de atención, como en la presentación del último libro de José Manuel
Caballero Bonald, pero también el íntimo y emotivo encuentro que días atrás
mantuvieron en la biblioteca Municipal algunos lectores con José Mateos para
comentar su libro Historias de un Dios menguante. Pero ese amigo también me señalaba
que pese a lo que comentamos, la vida en la ciudad parecía ajena a todo ello y transcurría
como siempre , sin que se visualizara la presencia del libro más allá de los
actos programados entre las paredes de salones, librerías o bibliotecas. Pero es que aquí, en nuestra ciudad, como en
tantas otras –le contestaba- la lectura
ha ido perdiendo espacios cotidianos y por ello llama tanto la atención cuando
observamos a un lector sumergido en la lectura bajo la sombra de un árbol, o
tomando un humeante café en una cafetería. Hopper, el gran pintor americano
al que algunos han descrito como el
retratista de la soledad, también –si
nos detenemos con calma en su obra-
podría pasar por el notario de una época donde la lectura y el libro
estaban muy presentes en las imágenes cotidianas que proyectaba cualquier ciudad,
no solo las genuinamente norteamericanas retratadas por él. Hoy, cuando
contemplo a sus hombres y mujeres –sobre
todo mujeres- leyendo ajenas a todo en el asiento de un tren, en la barra de un bar, en el vestíbulo de un
teatro esperando el comienzo de la representación, aparte de la admiración por
su autor, noto con preocupación como esas escenas me provocan una creciente
nostalgia. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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