La casualidad, que es la
madre de toda ciencia inexacta, hizo que se reencontraran aquellos viejos
compañeros de colegio y en otro tiempo hasta amigos. Hacía unos años que no se
veían, aunque uno sí sabía del otro por los libros que iba publicando, y que
con perseverancia oriental había leído por aquello de la antigua amistad que
siempre se recuerda con un punto de nostalgia. Aquellos libros se contaban por
éxitos, aunque no tan enormes ni sonados como las expectativas formadas en
torno al autor y su obra. Del cariñoso saludo se pasó al recuento somero de sus
vidas y se emplazaron para una próxima ocasión que no debía tardar tanto. “Oye
–le dijo el lector al escritor en el fragor de los abrazos-. Te tomo la
palabra. Te invito el sábado que viene a mi casa, a cenar. Es una orden”,
bromeó el primero. Y allí que se encajó el ilustre. Y como invitado se acompañó
de una botella de buen vino (los deberes de la cortesía) y de cierta inveterada
gazuza, porque la literatura siempre despierta un hambre ancestral, y
naturalmente un ejemplar de su último libro dedicado. “Toma” -le dijo a su
anfitrión nada más abrirle este la puerta de su casa. Pasaron al salón donde
dejaron la botella encima de la mesa que ya estaba preparada para la cena; y el
amigo abrió el libro, leyó con satisfacción la dedicatoria, le dio las gracias,
y lo condujo a su estudio que hacía también de biblioteca. “Venga. Te toca
ahora a ti –le dijo al escritor- elegir el lugar donde quieres colocar tu
libro. Ten en cuenta que la disposición es cronológica, y aunque tus otras
obras las tengo aquí –y le señaló un estante que se perdía en el abigarramiento
de volúmenes, unos encima de otros; yo quiero que tú mismo coloques el que hoy
me regalas”. El escritor se acercó a sus otros libros, lugar que consideraba el
más natural, y se fijó en los autores de los textos que los rodeaban. “¡Pero,
hombre, me has puesto al lado de Fulano! Muy buena persona, eso sí, pero de
calidad poquita, muy poquita. Su último libro, una recopilación de relatos
breves, es un bodrio de consideración. No tiene ni la menor imaginación, y de
estilo anda muy cortito. Y ¡hala! Al otro lado mi amiga Menganita, la que se
bebería el Nilo si fuera de whisky. Por otra parte, sus novelas no valen un
pimiento; mucha retórica y poca sustancia; y escribe como una posesa…¡Y así
escribe!... ¡Ah! Y un poco más allá me
tienes con Zutano, el poeta, al que le dieron un premio, el de la constancia de
escribir; los otros tres que ha recibido estaban amañados, como todos. Poemas
endeblitos que recuerdan a aquellas doloras de Campoamor, más cursis que un
guante.” Y así fue repasando la estantería sin convencerle ningún emplazamiento
posible, hasta que el escritor se fijó en una mesita que ocupaba un lugar
destacado en el salón, encima de la cual y en un atril reposaba la Primera
Parte de “El Quijote” en edición facsímil que publicó hacía ya unos años la
RAE, se acercó, ojeó el volumen y quitando el tomo cervantino, dijo: “Aquí luce
más mi libro. Así lo verás todos los días y recordarás nuestra amistad”. José
López Romero.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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