Salvando la distancia sideral que me puede separar del
Che Guevara, personaje admirable en tantos aspectos, hay un dato que sobre él
leo en “el último lector” de Ricardo Piglia por el que comparto una cierta
afinidad con el héroe de Sierra Maestra: el asma y la lectura. Su madre es la
que le enseña a leer porque no puede ir a la escuela a causa de la enfermedad,
y será este aprendizaje, su afición a los libros la que lo acompañará, como los
inhaladores (“el inhalador es más importante para mí que el fusil”, llegará a
confesar) durante toda su vida, hasta su muerte. En todas sus campañas no
faltaba una pequeña biblioteca y un tiempo para su lectura, cuando la marcha de
la guerrilla le dejaba un momento de descanso, que los demás ocupaban en
dormir. En mi caso recuerdo mis innumerables días sin colegio, muchos de los
cuales llenaron Dickens o Baroja, o Unamuno, o los grandes novelistas españoles
del XIX, autores a los que les estaré eternamente agradecido. Piglia hace
referencia a una foto en la que se ve a Guevara, en Bolivia, “subido a un
árbol, leyendo, en medio de la desolación y la experiencia terrible de la
guerrilla perseguida”. ¿Cuántas camisetas se habrán vendido en el mundo con el
rostro del Che? ¿cuántos simpatizantes, seguidores del mito desde hace décadas
han tenido como referente a este personaje? Todos destacan su talante
revolucionario, icono de la libertad, pero nadie ha reparado en ese otro
aspecto tan importante y que él mismo y sus compañeros destacan de su
personalidad: el gusto por la lectura. Guevara nos dejó siete cuadernos
escritos a lo largo de diez años, en los que anotó por orden alfabético sus
lecturas, seguramente pocos de esos simpatizantes habrán llegado a leer estos
cuadernos. No es lo mismo llevarlo al pecho en una camiseta o tatuado en el
brazo que tenerlo que leer. Está claro que para ciertos intereses no es tan
comercial un Che Guevara que en vez de enarbolar un fusil, enarbolara un libro…
y un inhalador. José López Romero.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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