viernes, 16 de enero de 2015

PRONÓSTICO PARA TIEMPOS VENIDEROS

Despedíamos el año con un Houellebecq protagonista y objeto del documental de Guillaume Nicloux, que indaga sobre el misterio que rodeó su desaparición los días siguientes a la publicación de su aclamado libro El mapa y el territorio. Pero esta excentricidad ha quedado sepultada apenas iniciado 2015, por los ecos de su nuevo libro, Soumission, que lo envuelve en la polémica, y  más aún  tras los trágicos acontecimientos ocurridos en París. Pero el nuevo año nos trae también  ecos del revuelo provocado semanas atrás por un trabajo firmado por Ferris Jabr (en parte basado en los estudios de la eminente profesora y abanderada en los trabajos sobre las bases neurológicas de la  lectura   Maryanne Wolf) en la Revista Investigación y Ciencia, y que concluía que el cerebro tiene tendencia a preferir la lectura en papel sobre la digital. Sin embargo noticias como la anterior, lejos de cerrar la polémica, seguirá –no es difícil pronosticarlo- alimentando un año más la ya cansina dicotomía entre papel y libro digital que se prolongará en el tiempo en una estéril pugna. Pero todo está cambiando a ritmo acelerado, y en este nuevo escenario que se está configurando una nueva hornada de jóvenes editores está lanzando al mercado  nuevas propuestas, tanto para uno como para otro soporte, no todas necesariamente triunfadoras, pero que van dando al paisaje de la lectura un atractivo impensable hace unos pocos años. Por ejemplo, y relacionado con este último asunto, el nuevo año nos traerá sin duda buenas noticias sobre las edición artística, precisamente una de  las vías donde el libro tradicional sigue sin tener competidor, pese a la mejoría en la calidad grafica de los nuevos soportes. Pero la posibilidad de tener entre tus manos una edición única, o casi única , - y en esto está siendo decisiva la edición de algunas colecciones de novela gráfica, o la adaptación en tiradas limitadas de libros emblemáticos de la historia de la literatura- hace este camino más despejado  para la edición en papel. En todo caso demos por bueno si este 2015 nos trae sorpresas tan estimulantes como la protagonizada por James Salter (en la imagen) el pasado 2014, dejándonos esa excepcional  historia–Todo lo que hay- tras más de dos décadas de silencio. Los lectores necesitamos fuera de las polémicas entre papel y pantalla, o las excentricidades de nuestros iconos literarios, grandes libros que llevarnos a la vista,   y entre ellos a ser posible alguno excepcional. Con seguridad ya les digo sobre estos últimos, que no llegarán a completar el número de dedos de una mano. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO

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