Cuando lean
estas líneas nos encontraremos a las puertas de una nueva edición de la
Feria del libro en Jerez. Sí, esa celebración en torno a unos de los
imprescindibles referentes de la cultura –el libro- y sobre el que pivotan
tantos elementos e intereses que sería difícil enumerarlos, pero entre los que
estarían sin duda los económicos
–nuestro país es la tercera potencia editorial del planeta-, educativos, de
ocio, tecnológicos, comerciales, propagandísticos, etc. Coincide también esta
edición, con la que se levanta en El
Retiro de Madrid, la primera organizada en España – la feria del Libro de
Madrid surge durante la II República, aunque su asentamiento primero, y luego modelo para el resto de ferias de nuestro país, haya
que atribuírselo al jerezano Julián Pemartín cuando ostentaba el cargo de
primer director del Instituto Nacional del libro, en la España de 1940-. Algunos
lectores recordarán, y volvemos al apartado local, como no han sido fáciles
estos últimos años para mantener esta propuesta, años atrás indiscutible
referencia cultural del calendario anual en nuestra ciudad, y que desde
principio del nuevo siglo, y por una confluencia de circunstancias negativas,
ha estado en serio peligro de desaparecer –de hecho algunos años ni llegó a
celebrarse-. La Feria del libro en Jerez fue así desapareciendo del imaginario
colectivo a base de ediciones que iban languideciendo por decisiones poco acertadas, bien sobre la
ubicación de la misma que no terminaba de asentarse en un lugar apropiado y
reconocible – muchas ediciones se celebrarían en la plaza del Arenal, lugar donde
paradójicamente se vivieron ediciones magníficas frente a otras que mejor dejarlas
en el olvido- , o sobre las fechas más
apropiadas para su celebración, lo que llevó a un esperpéntico viaje a través
del calendario, despistando especialmente a lectores y desanimando
paulatinamente a editoriales y libreros.
No serían las únicas causas, aunque sí las más visibles y que parecían
llevar a la Feria del Libro de Jerez a
ninguna parte. Hubo otras más soterradas pero dejémoslo ahí por ahora. Lo
cierto es que tras la edición de 2015 –por la que pocos apostaban- y donde
Ayuntamiento, libreros y editoriales realizan una apuesta arriesgada por unas
fechas y una ubicación inédita, parece volver la esperanza a los escépticos y
vislumbrarse una salida en el callejón tenebroso en el que esta propuesta
parecía languidecer. La edición de este año vuelve a proponer fechas y sede
similares, lo que a la vista del año anterior creemos un acierto, pues como
decía el librero Cristóbal Serna, más que caja, que también –como en otras ferias
mayores- lo que se busca por ahora en Jerez es darle estabilidad y visibilidad - con una propuesta cultural
digna y atractiva-, única fórmula para
ir sumando más colectivos e
instituciones en años venideros. RAMÓN
CLAVIJO PROVENCIO
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario