LECTORES SIN REMEDIO

Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.

sábado, 18 de junio de 2016

LECTORES / LECTURAS

“Me recuerdas a alguien que solo lee el primer capítulo de un libro. Nunca llegas a averiguar qué sucede después”, le reprocha su amigo Asif a Jay, el protagonista de ‘Intimidad’, la novela de Hanif Kureishi que hace unas semanas reseñamos en esta página. Y esta frase me ha llevado a recordar la pregunta, tan socorrida pero también tan esclarecedora, que se le suele hacer en las entrevistas a toda persona relacionada de una forma u otra con los libros o la cultura en general: “¿has dejado algún libro sin terminar de leer?”. Y en las respuestas pocos son ya los que aseguran que una vez abierto un libro no paran hasta terminarlo, aunque en ello empeñen tiempo y esfuerzos baldíos. La gran mayoría confiesa que a lo largo de su vida lectora, más de uno y de varios, por no decir muchos libros, se les han resistido o, dicho de otro modo, son ellos, los lectores, los que no han tenido la suficiente fuerza de voluntad para acabarlos, o lo han pensado mejor y han decidido no invertir ese tiempo y ese esfuerzo en algo que en poco o nada les va a beneficiar. Por mi parte, confieso que en mi ya lejana juventud fui lector persistente hasta la terquedad: libro abierto, libro que debía acabar, hasta que en un periodo de crisis lectora (todos pasamos en un momento u otro de nuestras vidas por distintas crisis), tomé la difícil decisión de cerrar un libro sin terminar. Aquel acto, no exento de una sensación de pecado fue, sin duda y en cambio, una liberación. Liberación que, sin embargo, ahondó más la crisis y atravesé un periodo de lector de las primeras veinte páginas, es decir, en lector de primeros capítulos, como le reprochaba Asif a su amigo Jay. Hace unas semanas me distraía soportando (¿o soportaba distraído?) la película titulada ‘Alex y Emma’ (Kate Hudson y Luke Wilson), en la que Emma reconocía que antes de empezar un libro, tenía que leer las últimas páginas; si estas le llegaban a interesar, emprendía su lectura; un tipo cuando menos extraño o raro de lectora esta Emma, como así se lo echaba en cara Alex. A veces la forma de leer, nuestros hábitos lectores dicen mucho más de nuestra personalidad e incluso nos definen de forma más clara que un psicoanálisis. Vivir la vida con la inconstancia del lector de primeros capítulos (que es la verdadera intención de Asif y de ahí su reproche a Jay), puede ser tan perjudicial como empecinarse en terminar un libro que ya no nos va aportar nada, que en nada nos va a beneficiar. Los libros son al fin y al cabo como las relaciones humanas: los amigos de la infancia y juventud o aquellos que permanecen para toda la vida; las novias y novios ocasionales (de primeros capítulos) y el libro que leeremos una y otra vez hasta el fin de nuestros días; el trabajo que no nos gusta porque aspiramos a un libro mejor… Y así, abrimos los libros de la misma forma que conocemos a las personas. Algunas no aguantan ni las veinte primeras páginas, y a otros (como los políticos) mejor conocerlos por las veinte últimas. José López Romero. 

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