“Una leyenda
escrita con spray en la parte de atrás del refugio de la parada del
autobús atrajo su atención. «Dios no cree en Dios». A la cual una mano más
humilde, usando únicamente una tiza roja, había añadido la palabra nuestro:
«Dios no cree en nuestro Dios».” Leí este párrafo hace un tiempo en un texto de
George Steiner, que ahora no logro localizar. Y me viene este fragmento a la
memoria con más intensidad después de ver en los medios de comunicación que el
inefable Trump quiere que maestros y profesores lleven armas, como única
solución a las frecuentes matanzas de jóvenes en los centros de enseñanza de su
país. Yo no sé qué lee el presidente de los EE.UU. ni qué come, ni quiénes son
sus consejeros, pero algo raro le pasa a ese hombre en la cabeza para no solo
tener una idea como esa, sino incluso para atreverse a decirla, sobre todo por
ser quién es y la responsabilidad que su cargo comporta. Pero cuando seguimos la
información de los medios y a la idea de Trump se le añade la diaria víctima de
violencia de género, uno de los grandes males de nuestra sociedad, y a esta le
siguen los bombardeos sobre Siria, que se llevan por delante a niños y personas
indefensas, o vemos el drama de la emigración en nuestras costas, o las bombas
humanas que destrozan a cientos de civiles en Akganistán o Irak, sin duda la
frase de Steiner adquiere todo su terrible y angustioso sentido. Algo se ha
roto en la cadena genética del ser humano, en nuestra relación con Dios, que
nos ha llevado a esta sociedad enferma y podrida que solo genera la violencia y
que no encuentra otra solución a esta que más violencia, con la única
diferencia de que esta está legitimada por la ley, como si un profesor con una
pistola al cinto o un fusil al hombro fuera el mejor ejemplo para un escolar.
Alguien debería parar todo esto y empezar de cero, quizá volver a las cavernas,
o a esa edad de oro que tanto añoraba en su incomparable discurso el bueno de
don Quijote. Pero ya no puede ser Dios el que nos guíe, porque “Dios ya no cree
en nuestro Dios”, definitivamente aquel Dios nos ha abandonado. José López
Romero.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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