“El
corredor de la muerte tiene el mayor índice
de conversiones de todo el país”, le dice el alcaide
del penal norteamericano donde se va a efectuar la ejecución de un convicto por
inyección letal, al periodista
interpretado por un convincente Eastwood, que va a cubrir el suceso para su
periódico (Ejecución Inminente. Clint Eastwood. 1998). No exactamente
conversiones, pero sí es cierto que el paso del tiempo, la vejez o la
enfermedad va llevando a muchos escritores o personajes relevantes de la
sociedad a reflexionar sobre el sentido de la vida, mientras reparan cómo se va
acercando irremediablemente su opuesto, la muerte. Uno de ellos, Ramón y Cajal, -que no solo fue
el gran científico y divulgador que todos recordamos, sino también gran
dibujante y fotógrafo- dejó igualmente algunos libros imperecederos para la
literatura. En uno de ellos El mundo
visto a los 80 años. Memorias de un arteriosclerótico, se adentra en la decadencia inevitable del
anciano. De todo ello surge un libro excepcional que a la vista de las
sucesivas reediciones desde el año de su publicación -1939- más parece una
pócima mágica que consuela nuestro
espíritu ante el último tramo de la vida. Mientras Cajal representa, a través
de la literatura, la visión de encarar plácidamente el final, otros
autores parecen reflexionar sobre su
pasado de manera melancólica, incluso con cierto tono si no de arrepentimiento,
sí de reconocimiento de errores que quizás
si se tuviera otra oportunidad no volverían a repetir, en unas páginas
pese a todo elegantes y cautivadoras como son las de Senectute de Norberto Bobbio. Por fin, nos encontramos con otro
número nada despreciable de escritores que nos legan textos donde aún se palpa
el temblor y la incredulidad ante lo que irremediablemente se va acercando.
Quizás estos, con esa sorpresa, y a la
vez certeza de lo que finalmente llegará para todos, sean los que más terminan por hacer mella en el lector. Es el
caso del último libro de Henning Mankel, el escritor sueco, que con sus Arenas Movedizas –del que se incluye también una breve reseña en esta
misma página- creo que regala a los
lectores su hasta ahora mejor creación. RAMÓN
CLAVIJO PROVENCIO.
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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