Hace unos días nos enterábamos
con cierta sorpresa, debo confesar, que el premio Goncourt, el más prestigioso
del país vecino, se le concedía a la novela “El orden del día” de Eric
Vuillard. La sorpresa no era tanto por el autor del que conocemos algo de su
obra, sino por la temática de la novela premiada que se detiene en la
reconstrucción de los primeros días del régimen nazi, su evolución imparable hasta el fatídico año
de 1939 y el inicio de la II G.M. Por supuesto en este momento desconozco las
excelencias de la novela, de la que ya prepara una edición en castellano la
editorial Tusquets, pero es una prueba
más de que aún a inicios del siglo XXI seguimos mirando con intensidad hacia
acontecimientos de los que nos separan más de setenta años, lo que no deja de
ser inquietante. ¿Por qué? Asistimos en
la actualidad -aunque pensemos que vivimos en un mundo muy distinto al de los
años 30, que son en los que hurga la
novela, y por tanto estamos a salvo de sus consecuencias - al auge de fenómenos
como el autoritarismo, la xenofobia, los nacionalismos, las desigualdades etc.,
que acercan la realidad que vivimos a
aquel mundo que creíamos haber dejado atrás y superado. Está claro que no lo hemos superado. Un botón
de muestra, entre otros muchos, es la polémica por la mofa que hicieron de Ana
Frank algunos “hooligans” del equipo de
fútbol la Lazio de Roma, a los que en una sentencia ejemplar se les obligó a
visitar posteriormente el campo de
exterminio de Auschwitz. Pedía hace poco Guillermo Atares
leer el Diario de Ana Frank, repartirlo entre los trenes de línea alemanes, en
vez de la pretensión de la “Sociedad de
Ferrocarriles Alemanes” de poner su nombre a uno de ellos. En definitiva, quizás
el que la literatura siga fijando su atención con tanta intensidad en aquellos
años –como hace la novela premiada con
el Goncourt- con su poder de llegar al gran público, sea un buen instrumento
para que no olvidemos aquella gran tragedia que se empezó a gestar en 1933,
además de antídoto para evitar parecidos
errores futuros. RAMÓN CLAVIJO PROVENCIO
Una biblioteca es lo más parecido a un laberinto, un laberinto lleno de libros, de mundos por descubrir.En homenaje a las bibliotecas y a la lectura , preside la cabecera de este blog un dibujo del pintor jerezano Carlos Crespo Lainez: "Noche de lectura".
LECTORES SIN REMEDIO
Este blog tiene su origen en la página semanal de libros de "Diario de Jerez", "lectores sin remedio", que llevamos escribiendo desde el año 2007. Aunque el blog no es necesariamente una copia de la mencionada página, en él se podrán leer artículos que aparecen en ella. Pero el blog, por supuesto, pretende ser algo más... Los responsables son los dos lectores sin remedio, de los que facilitamos la siguiente información: Ramón Clavijo es Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y es actualmente Técnico Superior Bibliotecario del Ayto. de Jerez de la Frontera. Está especializado en fondos bibliográficos patrimoniales. José López Romero es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y actualmente es Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S. Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera. Especializado en la literatura dialógica del s. XVI y en la novela del s. XIX.
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